John Garden, Máster en peluquería.
Cuanto alboroto, cuanta indignación!!!
Han pillado a un político falseando su curricullum. Al parecer no existía ese Máster. Y, seguramente si investigaran a todos, veríamos que hay muchos más que han «introducido» falsas licenciaturas, falsos Másters y falsos cursos que acreditan su falsa personalidad… Pero después de tres meses, en que parecía que no pasaba otra cosa en este «mi amado país», parece que a nadie le interesa mover ese árbol… ¿Por qué?
Pues para mí es muy sencillo de entender; «porque todos tienen mucho que esconder». Cuentan que todo el mundo anda presuroso en modificar sus curricullums para que no les pille el toro (el toro de enfrente) y que algunos se han quedado sólo con soltero/a. Jjjjjjaaaa. Estos sucesos no hacen otra cosa que reflejar lo que siempre ha pasado en nuestra sociedad. Nos encanta aparentar y magnificar todo aquello que hacemos (ver anuncio de Coca Cola).
Cuando era chaval y estudiaba en el Ramiro de Maeztu, había gente que no podía aprobar porque en ese instituto se exigía mucho… pero si tu papá tenía dinero no había problema. Te enviaban a otro para que te dieran el título. Somos lo que parecemos.
En mi sector ocurre lo mismo. Si quieres ser alguien, has de llenar el curricullum. Y si no lo tienes, te lo inventas y ya está!!! Tu palabra contra la mía. Y una vez subido en el pedestal, quien eres tú (pequeño peluquero) para decirme a mí (estrella de la peluquería), que no es verdad lo que estoy diciendo. Y así las cosas van pareciendo lo que son, o no.
Anécdota. Hace unos años trabajaba conmigo una persona a la que conocí siendo una niña (16 años). Esta persona fué formada en la escuela de Luis & Tachi y en el centro ABC Serrano de los cuales yo era el director. Cuando yo monté mi empresa le pedí que me acompañara en mi proyecto y pasados unos años buscó otra experiencia con uno de los peluqueros con «pedigree» de Madrid. Hasta aquí todo correcto. La sorpresa fué después, que al mirar en la web de este peluquero resulta que mi «pupila» había sido formada en salones internacionales y que por sus manos habían pasado clientes afamados (a algunos que se nombraban sólo les había lavado la cabeza en el ABC). Y yo sin saberlo!!! De repente me dí cuenta que nuestro caché se había elevado. Jjjjaaa.
Y no es que este peluquero no sea fantástico, que lo es (mejor maquillador aún), pero parece que al aumentar ese curricullum aumenta tu prestigio.
Peluqueros que contratan a una «celebritie» para que les acompañe a un evento y salgan en todos los medios. Un día peinas a un famoso y ya es cliente tuyo de toda la vida, «ese es el peluquero de tal famoso». Peluqueros con títulos nacionales, que digo, internacionales, extraplanetarios. Premios que otorgan la revista ésta o la firma aquella al mejor peluquero del año. Cuántos hay???
Por otro lado existe el concepto contrario. «No voy a decir todo lo que hecho en mi vida profesional no vaya a ser que piensen de mí que soy un prepotente y un endiosado». Esta «humildad» tampoco la entiendo… pues si has hecho algo relevante puedes decirlo con total naturalidad, que no pasa nada. Nadie tiene porque enjuiciar algo que ha sido real, formando parte de tu historia personal. La envidia es muy mala.
Por mucho que nos pese, quien nos representa tiene mucho de nosotros. Una sociedad de mentira..
¡¡¡Que levante la mano quien no tenga un Máster o una licenciatura!!!