Felices Fiestas y tú con esos pelos!!!

Llegan las fiestas y todo el mundo se moviliza. Las compras, los regalos, las cenas… Ufff como si fueran las últimas!!!

Aún recuerdo aquellos días como Nochebuena o Nochevieja que trabajábamos hasta las 9 de la noche, peina que te peina sin parar…

Esos días los coloristas no daban palo al agua y se dedicaban a tomarse todo aquello que habíamos comprado (previa colecta), ya que no había tiempo casi ni para comer.

«Rápido, rápido, que tengo que hacer la cena». Como si tú no fueras a celebrar la noche también…

También recuerdo cómo el equipo, después de superar aquella dura batalla, brindábamos con una copa y nos deseábamos felices fiestas, con cara de cansancio y a la vez de satisfacción por haber cumplido el objetivo… que no era otro que las mujeres lucieran bien guapas esa noche. Sí, porque las dos noches importantes eran esas.

¿Cómo iba una mujer a pasar una nochebuena o una nochevieja sin peinar?. Eso era impensable.

Después vino el furor de las cenas de empresa. Todas a lucir modelito y peinado. Guapas hasta decir basta!!!. Y nosotros los peluqueros qué importantes nos sentíamos y qué importantes éramos para vosotras.
A los pocos días otra vez a la pelu «que tengo cena con los amigos y me tienen que ver estupenda». Y te preguntábamos «¿qué tal la otra noche?» y respondías «bien, muy bien. Hazme otra cosa y así cambio».
Diciembre, para los peluqueros, era un mes terrible de trabajo, pero a la vez, era el mes donde más sentido tenía que existiéramos. Embellecer es nuestro único objetivo.

Llevamos unos años que esto ya no pasa. La cena sí, el modelito sí, el maquillaje también, pero el pelo… Ay amiga, el pelo de cualquier manera, «me cojo una coleta y tan guapa, me doy yo un toque y suficiente». ¡¡¡Hasta los hombres se peinan más!!! y espero que algún día os deis cuenta de que no es lo mismo. Porque el cabello luce más cuando te lo tratas en una peluquería. Porque unas manos expertas te aconsejan qué te puede ir mejor con el modelito. Porque no es un día cualquiera…

No me imagino a Charlize Theron en ese anuncio que se repite cada año subiendo por esa seda con ese vestido, ese maquillaje, ese collar y con el pelo lamido por una vaca o con una coleta. No, no me la imagino…

¡¡¡Felices fiestas!!!